Desempeño Socioeconómico y Desigualdad Provincial en la Argentina.

Propuesta de Manuel Calderón y Horacio Aguirre (30/06/04))

PENT | Propuesta Joven es un programa de encuentros en el que participan jóvenes interesados en intercambiar ideas sobre temas cruciales para el desarrollo institucional, económico, político y social de la Argentina. Las reuniones comienzan con una breve exposición de un documento de trabajo, seguida por un debate abierto y pluralista.

¿Una Argentina desintegrada tiene futuro?

Indicadores socieconómicos, apertura y desigualdad entre provinciasLa evolución de las variables socioeconómicas de la Argentina ha sido un foco de atención inevitable luego del proceso de reformas iniciado a comienzos de los años ‘90. Un reciente trabajo (Aguirre, Calderón y Wlasiuk: “Desempeño de Indicadores Socioeconómicos Seleccionados en Argentina, 1980 – 2001: Evaluación Nacional y Contexto Internacional”, disponible online, encuentra que el ritmo de mejoras de ciertos indicadores de Argentina (provenientes en su mayoría de los censos nacionales de 1991 y 2001) tendió a desacelerarse durante la última década, y la desigualdad de su distribución entre provincias a incrementarse. Un fenómeno análogo tiende a observarse para algunas de esas variables cuando se compara a Argentina con el mundo en las últimas décadas.

Los indicadores elegidos -con la intención de reflejar un concepto amplio de calidad de vida y captar, en alguna medida, el efecto de políticas y de decisiones individuales- fueron: la tasa de analfabetismo, la población de 15 años o más sin educación primaria, la tasa de escolaridad de la población de entre 13 y 17 años; la tasa de mortalidad infantil, la proporción de hogares con acceso a agua potable de red y aquella con instalación de inodoro con descarga; y la proporción de hogares con necesidades básicas insatisfechas (medida que, si bien se “superpone” parcialmente con alguna de las anteriores, es relevante para captar situaciones de pobreza “estructural”). Con estas variables, se establecieron rankings de posición y de desempeño.

Cinco de los siete indicadores utilizados registran una distribución entre provincias más desigual en 2001 que en 1991, y otros tantos mostraron durante la década de 1990 tasas de variación inferiores a las del decenio anterior. Puede conjeturarse que las provincias mejor “posicionadas” ante el proceso de apertura de la década de 1990 habrían sido las que mostraron las mejoras más notables. Éstas últimas tienden a manifestarse en jurisdicciones con economías basadas en el uso intensivo de recursos naturales (tales como la mayoría de las provincias de la Patagonia y varias de la zona pampeana). Las provincias con economías más diversificadas, por su parte, tendieron a ubicarse más cerca de un desempeño “medio” (tales como la provincia de Buenos Aires, otras de la región pampeana y de Cuyo). En tanto, las provincias con estructuras productivas relativamente retrasadas quedaron en general rezagadas en términos de los indicadores en cuestión. Uno de los posibles agrupamientos de las jurisdicciones (por capacidades competitivas según la clasificación de PNUD y posición en los ránkings de indicadores en 2001) se muestra en el cuadro adjunto.

Capacidades Competitivas (según PNUD) y posición en rankings de indicadores socioeconómicos

Capacidad
Jurisdicción

Economía con marcado retraso productivo y empresarial
Corrientes
Chaco
Formosa
La Rioja
Santiago del Estero

Desarrollo bajo con severas rigideces (*)
Jujuy
Misiones
San Juan

Desarrollo Intermedio de base agroalimentaria
Entre Ríos
La Pampa
Río Negro
Salta
Tucumán

Casos Especiales de Nuevo Desarrollo Económico
Catamarca
San Luis

Estructuras Productivas basadas en uso intensivo de Recursos no renovables
Chubut
Neuquén
Santa Cruz
Tierra del Fuego

Estructuras económicas diversificadas y de gran tamaño
Buenos Aires
Córdoba
Mendoza
Santa Fe

Economía urbana de servicios
Ciudad de Bs. As

Color verde: la jurisdicción figura en los primeros 6 puestos en más de un ranking de posición (condiciones sanitarias, educación, NBI, mortalidad infantil), en 2001

Color rojo: la jurisdicción figura en los últimos 6 puestos en más de un ranking de posición 2001.

Color negro: la jurisdicción figura entre los dos grupos anteriores.

Fuente: Fundación PENT en base a datos de PNUD, INDEC y Ministerio de Salud.

El vínculo entre la “orientación al sector externo” y el desempeño socioeconómico es corroborado por el marcado incremento de la correlación entre las variables seleccionadas y las exportaciones per cápita entre 1991 y 2001. Para explicarla, podría relacionarse la actividad productiva, la obtención de recursos fiscales y el alcance de políticas sociales. Por caso, las provincias patagónicas cuentan con actividades exportadoras relativamente “concentradas” (tales como la explotación de petróleo), recursos fiscales derivados de ellas (típicamente, las regalías) que provienen de relativamente pocas unidades productivas, y que permiten la aplicación de políticas sociales (sobre una población relativamente pequeña). En otras jurisdicciones, con actividades productivas más diversificadas, se encuentra más atomización entre las unidades que proveen recursos al fisco (y por ello, la política fiscal debería realizar un mayor “esfuerzo” para captar capacidades contributivas). Así, en el primer caso el Estado puede redistribuir casi inmediatamente los recursos derivados de las principales actividades productivas, mientras que en el segundo la redistribución debe descansar más en un eventual efecto de “derrame” desde la producción hacia otros sectores. Esto, por supuesto, no supone ignorar otros aspectos relevantes, tales como el tamaño y la densidad de la población y el grado de acceso a los recursos nacionales a través de la coparticipación federal.

El régimen macroeconómico actual plantearía cambios sobre esta situación. El mantenimiento simultáneo de la apertura de la economía y de un tipo de cambio real alto puede sostener los beneficios sobre las actividades exportadoras, a la vez que incentiva el desarrollo de otras actividades (aquellas más relacionadas con la sustitución de importaciones). De esta manera, se abre un margen para una potencial “convergencia” entre provincias. Que este potencial sea aprovechado para mejorar el desempeño socioeconómico es, por supuesto, toda una cuestión aparte y un desafío para las administraciones provinciales en los próximos años.

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