El nivel de productividad no alcanza a sostener el crecimiento

SÓLO LA INDUSTRIA VINCULADA A LA EXPORTACIÓN ES ALTAMENTE COMPETITIVA

EL CRONISTA- 01.07.05 -ECONOMIA Y POLITICA.

El aparato industrial es insuficiente para aumentar la producción y crear empleo.
A su vez la reindustrialización significa un cambio en el patrón de especialización.
La especialización debe basarse en ventajas competitivas dinámica.
Hay que duplicar el número de Pymes, asociadas a la calidad de sus productos y a la innovación.

¿La especialización industrial debe desarrollarse por ramas o por productos? ¿Qué tipo de reindustrialización puede darnos un adicional de exportación de 10.000 ó 15.000 millones de dólares que serán necesarios en los próximos años? ¿Está el empresariado nacional en condiciones de afrontar los desafíos de modernizar el aparato productivo? Estos y otros interrogantes fueron planteados en el debate organizado por la Fundación PENT y coordinado por Pablo Gerchunoff bajo el título ¿Qué Industrialización?

Fernando Porta, economista de la consultora Redes abrió el fuego afirmando que hablar de reindustrialización es resolver tres problemas fundamentales: creación de empleo, distribución del ingreso, y restricciones externas que afectan el proceso de acumulación.

Señaló que el actual crecimiento de la productividad es insuficiente para financiar la expansión del mercado externo y de la exportación, y dijo que la economía tiene los problemas de una especialización que está basada en ventajas naturales y en rentas monopólicas.

En cambio, una elección en materia de especialización debe estar basada en ventajas competitivas dinámicas, que compitan más por calidad que por precios, y relacionó la especialización a la elección de determinados eslabones o productos, antes que a ramas o sectores.

Sin embargo, ¿dónde está la burguesía industrial?, preguntó, al poner en duda la decisión del empresariado en afrontar el proceso de transformación.

Bernardo Kosakoff, director de la oficina de la Cepal en Buenos Aires, explicó que el actual es un aparato productivo muy heterogéneo, con un sector altamente competitivo, vinculado a la exportación, y el resto sin capacidad para resolver los problemas del aumento de la producción y de la creación de nuevo empleo.

A su juicio la cuestión central es cómo bajar el nivel de incertidumbre, de manera de crear el clima necesario para el desarrollo de nuevos proyectos. Recordó que luego de las decisiones de inversión en los años 1996 y 1997, las empresas se encontraron con un gran desequilibrio macroeconómico, que terminó en deflación. Casi todas las firmas terminaron con patrimonio neto negativo, se deterioraron los entramados productivos, con ruptura de las cadenas de valor, interrupción de la inversión y pérdida de recursos humanos.

Kosakoff destacó que cuando se esperaba un cierre masivo de firmas sucedió una mejora espectacular, con normalización de los márgenes y de los flujos de caja de las empresas endeudadas en moneda extranjera.

Al aludir a la necesidad de terminar de modernizar el aparato productivo mencionó las restricciones en materia de capacidad instalada y el faltante de saldos exportables.

Kosakoff dijo que para la reindustrialización la clave es elegir sectores. Señaló que el turismo, los bienes culturales, la biotecnología, software y la metalmecánica ligada al agro, han demostrado ser eficientes. Sin embargo todo esto no tiene escala, ni genera masa crítica. "No nos van a dar los 10.000 ó 15.000 millones de dólares que en los próximos años serán necesarios para mantener el superávit comercial.

En este punto sostuvo la necesidad de mejorar la inserción de las filiales de firmas transnacionales vinculadas a los recursos naturales, con poco desarrollo de proveedores y baja creación de valor agregado. También señaló que hay que duplicar el número de pequeñas y medianas empresas, asociadas a la calidad de sus productos y a la innovación.

Martín Losteau, del Ministerio

de Producción de la Provincia de Buenos Aires, señaló que la economía lleva 12 trimestres consecutivos de crecimiento sin acumular inconsistencias y sostuvo que con equilibrio macroeconómico esta tendencia podrá mantenerse y crear condiciones para la inversión. Destacó que la inversión programada en Buenos Aires para este año supera el nivel de 2004 y que el 90% de las Pymes invirtió en maquinarias y equipos. A estas empresas el Bapro lleva otorgados 3.000 créditos subsidiados y este año los incentivos alcanzarán a 5.000 firmas.

Losteau sostuvo la necesidad de consolidar políticas industriales de largo plazo de alcance masivo, en áreas como financiamiento, capacitación y comercio exterior.

OSVALDO CALELLO Buenos Aires
El Cronista Comercial