Volvió a crecer la industria, pero se acerca al límite
LA NACION- 19.10.05 ECONOMIA
Subió 8,6% en septiembre respecto del mismo mes de 2004; el uso de la capacidad superó el 75%
La construcción y refacción de viviendas privadas y las obras viales del Gobierno siguen creciendo. Quienes tienen ahorros compran autos, que son más caros en pesos y más baratos en dólares que hace cinco años. Los fabricantes de productos agroquímicos y de aceites aprovechan la explosión de la soja para vender como nunca antes. Todo el contexto volvió a conjugarse en septiembre para lograr un nuevo repunte de la actividad industrial: creció un 8,6% en relación con el mismo mes del año pasado y un 1,2% si se lo compara con agosto de este año.
Ambas cifras, que fueron dadas a conocer ayer por el Indec, son medidas en términos desestacionalizados, es decir, miden las diferencias entre períodos, como los feriados, los días de lluvia, las vacaciones y los tiempos de cosecha. Si se incorpora la estacionalidad, que sólo considera los volúmenes de producción, el repunte es idéntico para la variación anual (8,6%) y del 0,5% respecto de agosto.
Desde hace tiempo, las ventas y las exportaciones de autos, cuya actividad creció en septiembre un 22,1% según la variación anual, explican más de un 30% del alza de toda la industria. Aun cuando, en el mercado local, todavía se trata de operaciones mayoritariamente al contado.
Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), dice que la financiación ha aumentado mucho en los últimos tiempos, pero que está en el 20%. Esto es bastante mejor que el 4% de 2004, pero muy lejos de aquel 66% de 1997. Lo explicó el economista Camilo Tiscornia, del estudio Castiglioni, Tiscornia & Asociados: "Gente que en la convertibilidad había ahorrado para comprarse un departamento, ve ahora que un departamento es inaccesible y se compra otros bienes. El encarecimiento relativo de algunos productos puede tener ese efecto".
Otros grandes impulsores de la actividad fabril fueron el cemento, que subió un 28% en un año, y otros materiales para la construcción, con un 28,6% de alza. Aquí, mucho tuvo que ver la obra pública: informes privados indican que alrededor del 20% de las ventas de cemento se utiliza en obras viales.
También crecieron aceites y subproductos (+25,2%), carnes blancas (+20%), agroquímicos (+20%), neumáticos (+17,7%) y manufacturas de plástico (+16,2%), entre otros. Parte del alza general no es ajena, agrega Tiscornia, a un efecto residual de la crisis energética: "Por la falta de gas, algunas industrias aprovecharon junio y julio para hacer paradas en sus plantas y retomaron en agosto y septiembre".
Hubo, con todo, seis sectores que cayeron: vidrio (-16,9%), cigarrillos (-13%), fibras sintéticas y artificiales (-2,2%), acero crudo (-1,3%), aluminio primario (-1,1%) y productos químicos básicos (-2,3%). En rigor, más allá de los datos positivos, la industria en general muestra una desaceleración respecto de los últimos tres años: crecía al 3,1% promedio por trimestre en 2003, lo hizo al 2,1% en 2004 y está ahora en el 1,7 por ciento.
El lado preocupante
Hasta aquí, la producción pasada. Pero el contexto muestra un costado que inquieta tanto al Gobierno como a los empresarios: el elevado nivel de uso de la capacidad instalada, ubicado ahora, según el Indec, en el 75,1% promedio. Una vez que se supere el 80%, muchos equipos pueden empezar a deteriorarse y la consecuencia, ante una demanda creciente, podría ser la desaceleración de la actividad y el incremento de precios. A menos que ocurra lo que pide desde hace tiempo el ministro Roberto Lavagna: que el sector invierta para ampliarse. "El aumento del uso de la capacidad instalada fue de dos puntos en un mes. Es alto", observó Manuel Calderón, economista de la Fundación PENT. Advierte que se ha invertido el escenario del comienzo de la recuperación: antes empujaban el crecimiento rubros como el textil, que hoy orilla el 90% de su capacidad y se expandió un 6% en un año, pero cayó un 2,3% si se lo compara con agosto.
Ahora, en cambio, la posta del repunte la tienen sectores con mucho margen para crecer, porque están en un bajo nivel de utilización de capacidad. El caso emblemático es el automotor, que se ubica apenas en el 45%. "Las inversiones de ampliación están hechas -agregó Rodríguez Canedo-. Ahora, los desembolsos son para renovación de modelos."
En este sentido, la encuesta cualitativa del Indec, que mide las expectativas empresariales, no permite demasiado optimismo. Según el relevamiento de septiembre, el 73,2% de las firmas no prevé cambios en la capacidad instalada para el cuarto trimestre del año en relación con el mismo lapso de 2004, el 9,7% espera disminuirla y apenas el 17,1% anticipa aumentarla.
Menos obreros que en 1997
Hay, por último, un dato ambivalente: la industria funciona y crece hoy empleando un 15% menos de mano de obra que en 1997, y lo mismo ocurre con la cantidad de horas trabajadas. Esto, que puede incomodar al Gobierno si observa la realidad desde el punto de vista de la lucha contra la desocupación, es alentador para los industriales, que advierten que han ganado productividad: producen más con menos gente.
Por Francisco Olivera
De la Redacción de LA NACION